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Ed Gein, el asesino en serie que inspiró la película “La masacre en Texas”

La masacre en Texas” pareciera ser una común película de la pantalla grande, pero tiene base en hechos de la vida real, está inspirada en el más célebre asesino en serie de la historia, Ed Gein.

Ed Gein

Ed Gein, el asesino en serie más célebre de la historia.

Ed Gein es conocido como “El carnicero de Plainfield“, un lugar ubicado en Wisconsin, Estados Unidos. Su caso inspiró no solo a “La masacre en Texas“, también a Norman Bates en “Psycho” de Alfred Hitchcock en 1960, lo hizo en “Leatherface” de Tobe Hooper en 1974 y Bufallo Bill en “El silencio de los inocentes” de Jonathan Demme en 1990.

Biografía: La vida de Ed Gein

En los años 50 la sociedad estaba muy marcada por prejuicios sexistas. La radio y la televisión vivían una profunda censura sobre la vida en matrimonio, existían esfuerzos por eliminar los símbolos de pecados carnales.

Ed Gein se crió en una granja de un pueblo llamado Plainfield en Wisconsin, su padre era un alcohólico que lo maltrataba y que carecía de devoción por la familia. Su madre era Augusta, una fanática religiosa con desprecio a los hombres, consideraba que las mujeres eran el objeto de pecado del que debía mantener lejos a sus hijos, Henry nacido en 1902 y Ed en 1906.

La crianza deficiente es uno de los primeros factores que forjaron la personalidad antisocial de Ed. Recibió una educación alejado de toda actividad prosocial, desviados en la socialización, incapaces de asumir responsabilidades, adaptarse a las reglas y expectativas de la sociedad.

Ed y su hermano recibían las palizas de su madre, quien les imponía una estricta disciplina y les castigaba, mientras tanto el padre gastaba su dinero en la taberna.

Sin embargo, Ed desarrolló una aversión por la sangre y matanzas de animales, una actividad muy recurrente en los pueblos dedicados a la ganadería. De adolescente vio a escondidas en el vidrio de la tienda de sus papás, como ellos sacrificaban un cerdo con habilidad especial.

Ed se volvió un fanático en leer cómics, revistas y libros sobre asesinatos, muerte o violencia, como “Tales from the Crypt”, leía sobre las torturas en los Campos de Concentración nazis. Estos temas le fascinaron al punto que llegó a perder la noción de la realidad.

Iba regularmente a la escuela, pero su madre le prohibió tener alguna amistad con sus compañeros, menos con sus compañeras, con la Biblia en mano le decía que eran pecadores y debía alejarse de ellos.

Retraído, marginado y solo, se refugió en fantasías de la muerte y depravación de cómics y libros que leí encerrado. Ermitaño y obsesivo, definía la personalidad para el resto de su vida.

Su padre murió en 1940 con 66 años, el negocio familiar caía. Así que Ed y Henry buscaron trabajo, algo que los unió mucho mientras Henry miraba desarrollar en Ed, el complejo de Edipo, una expresión que usa Sigmund Freud para referirse a un conflicto en los niños que sienten un deseo incestuoso por la madre y odio hacia cualquiera que amenace esa relación, como el padre.

Las muertes de su muerte son extrañas, fue un incendio causado por unos rastrojos que Ed y Henry quemaron en el jardín de la granja. La defunción catalogó la muerte por asfixia, pese a que el cadáver presentaba golpes en la cabeza hechos con un objeto contundente.

Luego muere la madre por un ataque al corazón, Ed la cuidó doce meses y tras su muerte cerró la habitación de su progenitora dejando intacto el lugar.

Perder a su madre determinó otro factor de Ed Gein, fue el detonante de los asesinatos que se vendría posteriormente. Tenía la voluntad de mantener viva la idea e ilusión que su madre seguía con vida y en casa y adquirió una obsesión por el género femenino, esto por los años de represión de su madre.

El primer asesinato de Ed Gein

Cabeza de Mary Hogan

La cabeza de Mary Hogan, fue encontrada en una caja.

Seymour Lester era un granjero del pueblo, entró a la taberna de los Hogan un 8 de diciembre de 1954 la cual encontró desierta, con la puerta abierta y las luces encendidas. Como nadie le atendió, buscó por la estancia y halló un cartucho calibre 32 a la par de un rastro de sangre seca que iniciaba en la barra y corría hasta la puerta trasera.

El rastro lo llevó hasta el parqueo, donde observó el carro de la propietaria Mary Hogan, con sangre y unas pisadas de neumáticos en la nieve.

De inmediato la noticia de su desaparición se hizo pública en la localidad de Plainfield. Los habitantes del pueblo ya especulaban lo que había sucedido.

El dueño de un aserradero había dicho que vio a Ed Gein sentado al fondo de la barra de la taberna de Hogan, solo y retraído. Cuando los vecinos conversaban con Ed, este respondía: “No ha desaparecido… de hecho está ahora mismo en mi granja”.

Sin embargo aquellos comentarios no eran alarmistas, lo atribuían al comportamiento excéntrico del granjero.

Bernice Worden

Bernice Worden colgando

El cuerpo de Bernice Worden colgando al momento de haber sido encontrado.

El 16 de noviembre de 1957, el caso de Hogan quedaba ya en el olvido. Gein asesinó a Bernice Worden, dueña de una ferretería. Su muerte se produjo por un disparo a la cabeza con un rifle de caza.

Al igual que su primer asesinato, cargó el cuerpo hasta la parte de atrás del local y se lo llevó en su furgoneta.

Ed entró a la tienda a comprar un líquido anticongelante para su furgoneta, su nombre había quedado apuntado en el libro de contabilidad de la tienda como último cliente.

Fue cuando se produjo su arresto y cuando los policías al registrar su granja encontraron la barbarie de Ed Gein.

Fueron halladas las herramientas con las que trataba a sus víctimas. Una mujer colgaba boca abajo de unas poleas, completamente desnudo y decapitado. Había abierto un canal desde el pecho hasta el abdomen y lo había vaciado por dentro. Las tripas estaban dentro de una bolsa de esparto y en otra estaba la cabeza, la de Bernice Worden, que tenía unos garfios que le atravesaban las orejas, como preparada para colgar del techo a modo de decoración.

Los hechos de Gein

Continuando con la inspección en la granja de Ed Gein, la policía descubrió acumulación de basura y desperdicios. Una colección de cráneos humanos, unos enteros y otros cortados para ser usados como cuencos. Tenía máscaras hechas con piel humana que decoraban su habitación, sillas y varias prendas de vestir que estaban hechas con piel humana. Cajas con huesos humanos, una olla hirviendo con el corazón de Bernice Worden. También apareció la cabeza de Mary Hogan en una de las bolsas. La habitación de su madre era el único cuarto que estaba intacto, ya que lo había cerrado con tablones desde la muerte de su madre.

En la comisaría, Ed dijo que necesitaba acudir al cementerio y exhumar cadáveres de mujeres muertas que le recordaban a su madre, muchas de ellas las había conocido en vida. En ocasiones se llevaba los cuerpos enteros y otras veces solo las partes que le interesaban. Dijo que nunca había tenido relaciones sexuales con los cadáveres porque “olían mal”.

De acuerdo con la clasificación de su caso, Ed Gein era un asesino en serie “visionario” que mata movido por un trastorno mental, conclusión a la que se llegó tras las declaraciones del granjero que decía que su madre le instaba a matar antes de dormirse.

Ese trastorno provoca una ruptura con la realidad, delirios y alucinaciones, que ordenan a matar a un tipo de personas que reúnen las mismas características.

Casa de Ed Gein, fotos reales

Así lucía la casa de Ed Gein donde practicaba sus fechorías.

Los traumas de Ed Gein

Los sentimientos de amor y odio de Ed Gein lo llevaron a ver a su madre como alguien que seguía teniendo una enorme influencia en él.

Mary Hogan y Bernice Worden, eran el tipo de mujeres que encarnaban lo que la madre detestaba, así que las mató siguiendo el código moral que su madre le impuso.

Los motivos de Ed Gein no eran únicamente matar a las mujeres o desenterrar los cuerpos del cementerio para revivir a su madre. Quería convertirse en ella, ya que al morirse, Gein iniciaría a fantasear con la transexualidad, por eso confeccionaba las prendas de vestir con la piel humana de sus víctimas, las cuales se ponía para comportarse al igual que su madre, como si esta continuara viva, imitaba los gestos de Augusta y se sentaba en su butaca.

Se le hizo la prueba de Wechsler para medir el grado de inteligencia de Gein, el cual tiró resultados dentro de la media y un poco más. Se detectaron dificultades para expresarse y comunicarse Los psicólogos del hospital donde fue internado dictaminaron un trastorno emocional que le llevó a comportarse de aquella forma irracional, con períodos de lucidez en los que sentía remordimientos por sus crímenes.

Internado en el manicomio

Fue internado en el manicomio de Medota en 1958 por tiempo indefinido, lo cual no le gustó a sus familiares que pedía un juicio que nunca se llegó a celebrar. Destacó con su buen comportamiento y en 1974 se pidió la libertad, la cual terminó por confirmar que Gein debía seguir confinado.

El 26 de julio de 1984 muere Ed Gein por una insuficiencia respiratoria.