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Todo sobre los sueños húmedos

El mundo onírico (estudio de los sueños) no es tan fácil de precisar, y aunque la ciencia no ha estudiado muy a fondo el caso de los sueños húmedos, se sabe que son una manifestación del deseo sexual que puede deberse a mucho tiempo sin actividad, a jugueteos que no terminaron en coito e incluso, en el caso de los hombres, a largos períodos de abstinencia con lo cual el cuerpo necesita de alguna forma eyacular el semen acumulado.

Como sabemos, el pene es uno de los órganos sexuales del hombre y tiene dos funciones muy importantes, una de la de ser el conducto para la eliminación de la orina y con ello de muchos desechos del interior del organismo y la otra, realizar el acto sexual para depositar los espermatozoides o células sexuales masculinas, en la vagina de la mujer. Pero también es un órgano que proporciona placer al hombre al tocarlo o manipularlo, lo que se conoce como masturbación y al ser muy sensible por la cantidad de terminaciones nerviosas que tiene, con cualquier roce puede estimularse. A los sueños húmedos también se les denomina emisión nocturna o polución nocturna y es una eyaculación involuntaria de semen que tiene lugar durante el sueño. Las poluciones nocturnas son más comunes durante los últimos años de la adolescencia, aunque se presentan también en el adulto. Pueden estar, o no, acompañadas por sueños eróticos. Algunos hombres se despiertan durante la eyaculación, mientras que otros siguen durmiendo y solamente se dan cuenta al despertarse y comprobar que la ropa esta manchada de semen, o ni siquiera lo notan si es que este se ha secado. Con frecuencia no recuerdan ningún tipo de sueño de contenido sexual, salvo los casos en que sus características particulares (sensación de realismo, intensidad) los hacen “grabarlo” en la mente. Durante la pubertad, el 13% de los hombres experimentan la primera eyaculación de su vida o espermarquia durante una polución nocturna. Según los estudios de Kinsey, los varones que tienen su primera eyaculación como consecuencia de una polución nocturna, presentan la espermarquia por término medio un año después de aquellos que la alcanzan por estimulación física, independientemente de que ésta sea por masturbación o relación sexual.

Durante algún tiempo se creyó que los sueños húmedos eran más típicos en los hombres, sin embargo algunos estudios recientes demuestran que ambos sexos tienen porcentajes similares de sueños eróticos, solo que antes las mujeres eran menos propensas a compartir la experiencia. No todos los sueños de este tipo hacen que nos despertemos en medio de un orgasmo, muchos simplemente muestran escenas sensuales que producen excitación y lubricación vaginal en el caso de las mujeres y erección en el caso de los hombres. Sin embargo un porcentaje cercano al 4% de estos episodios acaban en orgasmos, lo que hace que la persona despierte abruptamente con la misma sensación de haber acabado en un acto sexual.

¿POR QUÉ SE DAN ESTOS SUEÑOS?

Nuestro cerebro registra constantemente experiencias e información pero no todo lo que soñamos tiene mensajes subliminales. Si una chica tiene un sueño húmedo con otro hombre que no sea su pareja no necesariamente quiere decir que desee serle infiel, quizá la imagen de esta persona se grabó en su mente de algún modo y fue procesada de esta manera, lo mismo ocurre con la experiencias homosexuales oníricas, si has tenido alguna no quiere decir que seas homosexual, en otras palabras, si estás seguro de tu sexualidad no hay nada de qué preocuparse. La emisión nocturna ocurre cuando el ensueño sugestiona involuntariamente al individuo o cuando éste pasa una cantidad considerable de tiempo sin eyacular. En ambos casos puede contribuir el almacenamiento de imágenes o fantasías eróticas durante un cierto tiempo, aunque también depende de la intensidad de los estímulos experimentados, que normalmente se liberan en forma de vivencias sexuales ficticias generadas por el inconsciente.

¿QUÉ TAN FRECUENTES PUEDEN LLEGAR A SER?

La frecuencia de eyaculaciones involuntarias nocturnas es muy variable y los estímulos sexuales del medio en que habita el individuo pueden ayudar a incrementarla. Algunos hombres las presentan frecuentemente, sobre todo durante la adolescencia, mientras que otros no las han experimentado jamás. Según los datos estadísticos de que se dispone, el 83% de los hombres en los Estados Unidos la han presentado en alguna ocasión a lo largo de su vida.

Dentro del grupo de hombres que las experimentan, la frecuencia media en solteros oscila entre 0,36 veces por semana para jóvenes de 15 años, hasta 0,18 veces por semana para los de 40. Los hombres casados presentan una frecuencia de 0,23 emisiones a la semana a los 19 años y tan solo 0,15 a la semana a los 50. Por lo tanto la frecuencia máxima se da en jóvenes de 15 años y la más baja en adultos casados de 50 años. No se dispone de datos a edades más avanzadas; se supone que las emisiones disminuyen progresivamente en frecuencia a medida que avanza la edad. En los estudios realizados en otras partes del mundo, la frecuencia de eyaculaciones nocturnas puede diferir de las de Estados Unidos. En Indonesia, el 97% de los hombres las presentan a la edad de 10 años. La sexualidad no solo se manifiesta a nivel consciente, nuestro inconsciente también es partícipe de los deseos, algo que se muestra muy claro en el aspecto onírico, con esos sueños en los que tenemos sexo de una forma tan intensa y placentera que incluso podemos alcanzar el orgasmo y la eyaculación en el caso masculino.

Es posible que estos episodios acompañen al hombre a lo largo de su vida y lo mejor es disfrutarlos como lo que son: una oportunidad única de recibir placer sin esfuerzo. ¡No te sientas avergonzado!