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Las llaves: ¿Quién, cómo, cuándo y dónde se inventó?

Hablar de un solo inventor es condenar a todos los demás participantes que influyeron en la elaboración de las llaves, un artefacto que ha cuidado a muchas personas y bienes a lo largo de los años.

Las llaves, quién, cómo, cuándo y dónde se inventaron

La historia de las llaves empieza en Mesopotamia, pero evoluciona en el siglo XX.

Qué son las llaves

Es un instrumento que acciona una cerradura, la cual da acceso a un lugar restringido o bloqueado. En nuestros días hay varios tipos de llaves y pueden encontrarse de varias formas, incluso de diferentes niveles de seguridad.

Historia de las llaves

El primero aparecer es el inventor Teodoro de Samos, cuando Homero trazaba sus poemas. Pero se cree que desde antes se utilizaban.

Desde hace 4 mil años se tienen registros del uso de las primeras puertas con cerraduras, las cuales podían abrirse con llaves o candados de madera.

Se usaban pestillos de madera introducidos de forma lateral en un marco, o engrapada a la hoja de la puerta, poco a poco se introdujeron los pernos.

Ver: Cómo funciona la llave y la cerradura

¿Quién inventó las llaves?

Teodoro de Samos aparece como el principal inventor, pero como mencionábamos antes, no fue el único que aportó para la utilización de este gran invento.

Por ejemplo, en Nínive, Mesopotamia se encontraron candados como la evidencia más antigua de este sistema de bloqueo y aunque eran usados solo por personas ricas, fueron los griegos quienes perfeccionaron el uso de llaves y candados para todo el público.

¿En qué año se inventaron las llaves?

Si nos basamos en que fue Teodoro de Samos, fue el siglo VII a.C que se inventó el candado y junto a él la la llave.

Se cree que las primeras cerraduras eran grandes cajas metálicas que necesitaban grandes llaves de hierro pesadas e igual de grandes. Pero aparecen también cerraduras en cajas pequeñas, joyeros y otro tipo de muebles.

La evolución de las llaves

En el siglo XX evolucionó este artefacto con el diseño de nuevos sistemas de cierre en puertas, lo que originó todo tipo de formas de llaves.

Las llaves regularmente metálicas, de acero o aluminio, se utilizaban para abrir la cerradura, introduciéndola en un cerrojo y girándola. Constan de una parte ancha para el agarre y un vástago con diversas muescas, lo que forma el código que se ajusta a la cerradura para poder abrirla.

Llegando a nuestros días, vemos que las llaves ahora pueden ser incluso huellas dactilares o un reconocimiento facial para acceder a un dispositivo.