Muchas veces algunos problemas domésticos tienen soluciones caseras sencillas que nos pueden sacar de más de un apuro. Es el caso que os comentamos hoy para mejorar la intensidad de nuestra señal WiFi usando una modesta lata de cerveza (o de refresco).
La idea es muy simple: usar toda la potencia de señal WiFi que se esté “desperdiciando” en la antena de nuestro router y enfocarla hacia donde más nos interese. ¿Cómo? Pues haciendo que la señal se refleje en una superficie metálica, como por ejemplo la formada por una lata de bebida convenientemente preparada.
El proceso de bricolaje no puede ser más sencillo: basta con vaciar la lata (aquí cada uno puede darle el uso que considere más conveniente al contenido), cortar la base, realizar un corte longitudinal y efectuar otro corte en la parte superior para poder extender el aluminio, como se puede ver en el siguiente vídeo:
Y, ¿de verdad funciona? Bueno, no esperéis milagros, pero en ciertos casos puede ayudarnos a mejorar el alcance y la estabilidad de la señal WiFi en nuestras casas sin tener que recurrir a una solución comercial. Como por ejemplo cuando tenemos el router con la antena omnidireccional pegada a una pared o cerca de una ventana y estamos desperdiciando una gran parte de la potencia que nos entrega.
También puede ser útil para minimizar la señal que sale de nuestras casas y evitar que el vecino se conecte a nuestra red. Como podéis suponer, no sólo es posible construir el invento usando una lata de cerveza. Cualquier superficie metálica que haga rebotar la señal puede servir a nuestros propósitos.
Si investigáis un poco por la Red podréis encontrar fácilmente todo tipo de curiosos inventos realizados con papel de plata, con coladores metálicos, latas de conservas y otros variados recipientes, es cuestión de echarle imaginación al asunto. ¿Se os ocurre algún otro?, ¿ya habéis probado un invento similar y no funcionó? Contadnos vuestras experiencias.