Tener un hijo significa más estrés que el divorcio o la muerte de la pareja, esa transición hacia la paternidad es un evento que requiere mucha entrega y pasión, siendo una de las etapas de la vida más difíciles. Las madres se ven en estas situaciones: lactancia, apuros, lágrimas, estados de ánimo diferentes, cuerpo desconocido, …