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La historia del algoritmo de Google

Es un recurso que usamos a diario, el algoritmo de Google tiene una historia fascinante y podría decirse que es parecida a todos esos casos de éxito en Silicon Valley donde el oportunismo es la cara del dado más preciada.

Oficinas de Google en Silicon Valley

Oficinas de Google en Silicon Valley. Foto: Google.

Como bien sabemos el Internet cuenta con numerosos “nodos” a los que muchos matemáticos se dedicaron por buscar una matriz central, una forma de agrupar todas las conexiones en un solo lugar y así volverla más efectiva.

En la historia aparecieron varias propuestas, una de ellas de Jon Kleinberg, profesor en la Universidad de Cornell, desarrolló un algoritmo casi parecido al PageRank tratando a los sitios web como “receptores de votos” o “emisoras de votos”.

Otro campo que colaboró al PageRank son las publicaciones científicas, que al igual que las páginas de ahora, las publicaciones tienen citas de otros artículos y son a su vez citadas, desarrollando así su impacto que puede ser consultado en el sitio www.eigenfactor.org.

Sin embargo el trabajo final fue gracias a un economista, llamado Wassily Leontief, profesor de Harvard en aquel entonces, él desarrolló el modelo Input-Output, el cual mide los flujos de factores intermedios entre sectores tratando la economía como si fuese una red. Su objetivo era identificar los sectores económicos que constituían un cuello de botella al requerir demasiados factores productivos cuando la demanda del producto aumentaba (osea, cuando habían más peticiones). Leontief en 1971 recibió el Premio Nobel de Economía.

Pues bien, Larry Page y Sergei Brin, supieron aprovechar todas estas teorías y usos de la “centralización” para desarrollar lo que ahora conocemos como Google, pero en su afán de querer ser académicos, ofrecieron a Yahoo su algoritmo en 1 millón de dólares, pero la empresa lo rechazó, volviendo ellos a hacer la oferta en el 2002 por 3 mil millones de dólares, pero en esta oportunidad, Google la rechazó.

Page y Brin querían vender el algoritmo porque estaban centrados en finalizar sus estudios de doctorado en la universidad, pero su frustración de no encontrar un comprador en Silicon Valley, les hizo seguir adelante con la idea y ahora es la gran empresa que conocemos.