Es conocida la cámara que llevaba el astronauta Neil Armstrong en su paseo por la luna, el primero de la historia. Se trata de una Hasselblad 500 EL semiautomática, la cual fue especialmente modificada para que fuera usada por los caminantes espaciales en la luna, así se convirtió en una Hasselblad EDC.
La cámara fotográfica se selló exteriormente y se le pusieron otros lubricantes por unos más complejos. También se le quitó el espejo y el visor, ya que era imposible de usar con el casco de astronauta.
Debido a los guantes de los astronautas, se modificaron los controles para que se pudieran usar con ellos. La cámara se llevaba colgada en el pecho, con un arnés especial que permitía su uso.
El revestimiento exterior de piel fue eliminado y se dejó a la cámara en un acabado plateado, resistente a las variaciones de temperaturas extremas en la superficie de la luna, así se mantenía uniforme la temperatura interior del aparato.
Atrás del cuerpo de la cámara, casi en contacto con la película se puso una pantalla de vidrio esmerilado, grabada con finas cruces para formar una retícula, las cuales quedaban grabadas en cada negativo con el fin de medir ángulos y distancias mediante técnicas de fotogrametría.
Estaba equipada con un objetivo Zeiss Biogon, f5.6/60 mm especialmente diseñado para la NASA y que más tarde sería comercializado por la compañía.
La película la diseñó Kodak, más fina y sensible que las de uso comercial. Esta se cargaba en chasis independiente y luego se fijaba en la cámara. Se usó una película en color y blanco y negro, cada carga permitía la toma de 160 fotos a color y 200 en blanco y negro.
El comportamiento de la luz en la luna, donde no hay atmósfera, es diferente. La difusión de la luz es menor y el contraste en las zonas de sombra y luz es mayor.
Las cámaras eran abandonadas en la luna luego de que se hacía el respaldo de la película. Se quedaron 12 cámaras esperando nuestro regreso.