¿Algunos de ustedes sabe tocar la clavícula? o ¿talvez son prodigios para interpretar la columna vertebral? No es broma, ahora existen instrumentos musicales que ejemplifican partes del cuerpo humano, como si fueran prótesis.
Algunas veces, al ver músicos tocando con pasíón un instrumento, podría parecer que éste es una extensión de su cuerpo; como si ese violín hubiera crecido de su clavícula, o la forma de esa tuba fuera la forma del aire que la recorre. Con esto en mente, un grupo de investigadores de la Universidad McGill llevaron esa idea un paso más lejos al desarrollar una serie de instrumentos musicales prostéticos que brotan directamente de los cuerpos de los músicos como si fueran nuevos miembros futurísticos. “Pensamos que los instrumentos tratan menos del objeto en sí mismo que de los gestos corporales que invitan”, apunta el doctor investigador Ian Hattwick, quien ha trabajado en el proyecto por los últimos tres años. “Estamos llevando esa idea hasta donde podamos, haciendo instrumentos que tratan literalmente con el movimiento de los músicos”. Brillando con fantasmales luces blancas, una espina dorsal traslúcida emerge de la espalda de una persona, ondulando mientras ella se mueve por el piso para manipular el sonido sintetizado de su instrumento. El equipo ha creado columnas vertebrales, cajas torácicas y visores que son sensibles al tacto, permitiendo que los músicos ajusten el sonido tanto manualmente como motrizmente. Construidos con transmisores de información inalámbricos, las prótesis mandan señales a un sistema de software que convierte los gestos en sonido.