Este mapa está en el Museo Topkapi, son unos relatos de Piri Reis sobre Cristobal Colón y unos mapas antiguos que usó para configurar el suyo.
La realidad histórica de este mapa inicia en 1513.
Malil Edhem el 9 de noviembre de 1929, director entonces de los Museos Nacionales Turcos, descubrió dos mapas en el Museo Topkapi, los cuales eran fragmentos y que se creían perdidos para siempre hasta ese día.
Piri Reis fue un héroe turco o pirata para algunos del siglo XVI, relata en su libro de memorias, Bahriye, las condiciones y circunstancias en que levantó estos mapas, en los que invirtió tiempo para escribir notas sobre los puertos del Mediterráneo y sobre 21 mapas diversos. Además de escribir se tomó un buen tiempo en diseñar los mapas en cuestión: Uno lo hizo en 1513 y el otro en 1528 durante el reinado de Soleiman “El Magnífico”.
El mismo manifestaba que el trazado de un mapa necesita conocimientos y capacidades indiscutibles. En el prólogo del Bahriye, habla de su primer mapa, un dibujo de su ciudad natal, Gelibolu, desde el 9 de marzo hasta el 7 de abril de 1513. Para trazarlo cotejó todos los mapas que conocía, aproximadamente veinte, algunos secretos y muy antiguos, comprendidos en ciertos mapas orientales que seguramente nadie más poseía en Europa.
A Reis le ayudó mucho su conocimiento de los idiomas, entre los que están el griego, italiano, español y el portugués. Con ello pudo entender muchas de las indicaciones que contenían los mapas que poseía.
Tenía también un mapa que había elaborado el mismísimo Cristobal Colón, el cual llegó a su poder gracias a un miembro de la tripulación del genovés, quien había sido hecho prisionero por su tío Kemal Reis.
Ya todos conocemos la historia de Cristobal Colón y de que lo creían loco por navegar hacia tan codiciado destino. Piri Reis da fe de cómo fue negado Colón en el capítulo “El mar occidental”, como se le conocía al Océano Atlántico.
Luego de que Cristobal Colón fuera autorizado a emprender el viaje y teniendo de esclavo al marinero que le reveló el mapa, Reis relata en su libro las impresiones del nuevo lugar descubierto, donde explica como “hombres desnudos y salvajes”, los recibían en esas tierras.
En el mapa de Piri Reis se puede apreciar la costa de América del Sur y el Caribe. Es el mapa más preciso que se haya encontrado sobre los destinos de Colón.
Arlington H. Mallery
Tras el descubrimiento de los mapas, en 1953 un oficial de la Marina turca envió una copia al ingeniero jefe de la Oficina Hidrográfica de la Marina de los Estados Unidos, quien al mismo tiempo se lo mostró a un conocido suyo, experto en mapas antiguos: Arlington H. Mallery, quien inició con la profundización de estos mapas antiguos.
Le apasionaba mucho un tema al que le dedicaba tiempo: Europa había descubierto América antes que Cristóbal Colón.
Cuando recibió los mapas de Piri Reis, ya conocía mucho sobre el tema, cuando tuvo en sus manos los mapas enviados por los turcos, de inmediato supo de qué trataba el tema y logró ver un alto contenido informativo en el.
Acompañado de un equipó de cartógrafos famosos como Mr. I. Walters y R.P. Linchan, se lanzó a la tarea de confirmar los mapas de Piri.
El cifrado de los mapas
Con recursos de trigonometría moderna, se pudo descifrar que los mapas de Piri Reis, procedían de orígenes diferentes y reconstruidos, lo cual para la época en que se realizaron constituían un problema real.
La precisión de los mapas de Piri Reis son incluso mejor que un mapa de América elaborado en 1550 por Sebastián Munster casi 40 años después.
La Antartida
Mallery se convenció de que Piri Reis había dibujado las costas de la Antártida en su mapa y que Groenlandia y el continente antártico habían sido realizados como eran antes de la glaciación de los polos.
Parece asombroso y lo es, la Antártida se descubrió hasta 1821, estamos hablando de una diferencia abismal de cientos de años despues.
Mallery comparó los mapas de Piri Reis con elementos geográficos modernos y sus conclusiones emitidas en el Foro de la Universidad de Georgetown fueron rotundas.
Reis había dibujado una Groenlandia antes que las expediciones polares francesas las revelaran. De ese modo llegó a concluir que las islas indicadas eran picos subglaciales descubiertos más tarde por una expedición a la Antártida.
Los mapas son demasiado exactos para la época y los recursos que utilizó Reis están fuera de tiempo, por eso se clasifican sus dibujos como un Oopart (Out Of Place Artifact o “Artefacto fuera de lugar”).
Así se dan dos interpretaciones en la parte inferior del mapa: La que supone que es América y la que dice que es Antártida. Acá radica el enigma de los trazos de Reis, quien además poseía datos más avanzados que los del propio descubrimiento de Cristobal Colón.
Se podría suponer que la información provenía de los Vikingos, quienes conocían solo una pequeña parte de la América del Norte e ignoraban que fuera un continente. Pero un mapa encontrado en Suiza con fecha de 1440, se ve Escandinavia primero, luego Islandia, seguido de Groenlandia, por último una isla que dice ser descubierta por Bjarni y Leif. Aunque según los noruegos Bjarni Herjolfson navegó a costas americanas en el año 986 y Leif Ericson en 1002.
La Isla de San Borondón en el mapa de Piri Reis
El mapa sigue siendo fascinante, en la parte norte, hace referencia a la Isla de San Borondón, una leyenda popular de las Islas Canarias en España y da cuenta de una isla que aparece y desaparece desde hace siglos.
El mito se asienta en autores de la Grecia clásica y ha sido plasmado no solo por Piri Reis, aparece también en cartografías de otros entusiastas.
La bahía de Samborombón, en Buenos Aires, Argentina, fue incluso llamada así por este mito, ya que al ser descubierta por la expedición de Magallanes en marzo de 1520, se formó la creencia que ese pedazo de tierra era un desprendimiento de la Isla de San Borondón.
En el mapa de Piri Reis se hace alusión a un mito en el que unos monjes en su trayecto a “Terranova”, se detuvieron a hacer un fuego en una presunta isla sin notar que estaban en el lomo de una ballena que se llamó “Jasconius”.
Esos dibujos confirman lo que Piri Reis asegura en su libro, que la información que él tiene está totalmente documentada e inspirada por diversos mapas. Así los expertos aseguran que el dibujo pudo haber sido consecuencia de la adaptación de otro mapa.
La leyenda incluso tuvo eco en nuestros días. M. Rodríguez Quintero aseguró haber tomado una foto de la silueta de la Isla de San Borondón, de quien se ha dicho a lo largo de los siglos, que solo aparece en una espesa neblina.
Esta foto fue tomada en 1958 por el referido autor.
Mapas antiguos en manos de Piri Reis
En aquel entonces los mapas eran prohibidos. Los mismos españoles registraban bajo total secretismo aquellos avances de la cartografía.
Si en los mapas de Reis está América, para ese entonces no se tenía conocimiento de la Cordillera de los Andes, que se descubrió años después.
No solo impresiona el descubrimiento prematuro de la Antártida, también el de la Cordillera de los Andes, pero más bien asombra la precisión de los trazos de Piri Reis.
Claude Lorius, jefe glaciólogo de las expediciones polares francesas, fija el comienzo del período glacial entre 9 mil y 10 mil años atrás y parece posible que hace unos diez milenios Groenlandia y la Antártida tuvieran la configuración que tienen los mapas de Piri Reis. Así aseguran que aquellos dibujos de Reis no pudieron haber sido hechos sin el conocimiento de información de unos 10 mil años antes. Algo que puede ser posible dependiendo de los mapas y trazados que Reis haya logrado reunir en su investigación, pero ¿mapas de hace 10 mil años?. Habrá tenido acceso Reis a un mapa del hombre de Cromañón, quienes ya hacían pinturas como la de Lascaux.
Ya sabía que el mundo era redondo
El mapa de Piri Reis está hecho como si fuera un balón, es decir, debía tener conocimiento de que el mundo era redondo. ¿Pronunciaría semejante locura el pirata turco? Seguro no, nadie quería ser decapitado en aquella época por oponerse a los mandatos impuestos.
Mallery afirma lo siguiente: “En la época en que se confeccionó el mapa, no era solamente preciso que hubiese exploradores, sino también técnicos en hidrografía particularmente competentes y organizados, pues no se puede dibujar el mapa del continente o territorios tan extensos como la Antártida, Groenlandia o América, como por lo visto se dibujó hace algunos milenios, si no se es más que un simple individuo o incluso un pequeño grupo de exploradores. Se necesitan técnicos experimentados, conocedores de la astronomía, así como de los métodos necesarios para el trazado de mapas”.
Dicho lo anterior, el experto se arriesga a ir más lejos, realiza una observación que cualquier cartógrafo de nuestro tiempo se haría, esos mapas son tan asombrosos que necesitaron de muchos elementos para ser realizados.
“No comprendemos cómo pudieron confeccionarse esos mapas sin la ayuda de la aviación. Además, las longitudes son absolutamente exactas, cosa que nosotros mismos sólo sabemos hacer desde hace apenas dos siglos”, sostiene Mallery.
Solo basta con detenerse a ver el mapa y observar que el relato de San Borondón está hecho al revés, porque hace alusión a la otra parte del mundo, sus dibujos están hechos para demostrar la posición real en la que aparecen los objetos conforme se navega en la Tierra, redonda, sino ¿para qué habría de invertirlos?.
Existen otras dos partes de este mapa, pero no es revelado al público.