En esta ocasión descubrimos los casos reales por jugar la tabla ouija, que van desde posesiones demoníacas, convulsiones y situaciones difíciles de explicar. Ahora es fácil jugar la ouija online, en Internet hay muchas páginas que presentan estas opciones, sin embargo, ninguna despierta tanta curiosidad como la tabla física, la cual poco a poco ha perdido importancia y los casos no han sido confirmados como verídicos. Estas son las historias que más han circulado como casos reales.
Campus de la Universidad Benedictine en Chicago
El primer caso es el de la Universidad Benedictine en Chicago. En el campus hay muchas historias sobre eventos derivados del juego de la ouija, como el de unos estudiantes que jugó encima de las lápidas del cementerio del campus, posteriormente un estudiante empezó a convulsionar y mostrar comportamiento agresivo contra sus amigos. Los guardias lograron calmar y sedar al estudiante, pero al otro día no hablaba y mientras se llevaba a cabo un tribunal para definir la situación del alumno, lo encontraron en su habitación viendo por la ventana, mientras un enjambre de moscas luchaba por ingresar a la habitación.
Jennifer Lynn Springman
Luego está el caso de Jennifer Lynn Springman, una historia angustiosa que es común recordar como uno de los casos más impactantes del fenómeno del tablero de ouija. Con 14 años su vida era normal, pero en diciembre de 1972 con su mejor amiga decidieron jugar ouija. Reunidas una noche la amiga de Jennifer decidió hacer una pregunta muy fuerte: ¿a qué edad se va a morir Jennifer?, respondiendo el tablero que en 1976 y que sería asesinada de manera horrible. En efecto el 3 de octubre de 1976, Jennifer Lynn Springman, murió estrangulada siendo abandonada a la orilla de la carretera sin capturar al delincuente.
La sesión de Valencia
En el 2007 se dio el segundo caso más aterrador, “La sesión en Valencia“, en España. 5 adolescentes se juntaron a jugar luego de una planificación. El líder, con más experiencia, fue el portavoz de la sesión, proveyendo medidas de seguridad, instruyendo a sus demás amigos en no levantar las manos del tablero si algún espíritu no estaba de acuerdo, no cruzar las piernas y no tener ningún elemento religioso cerca. La sesión empezó con una pregunta a los espíritus: “Si la presencia de alguno te molesta dinos quién es y se marchará”. El oráculo indicó el nombre de tres integrantes, así quedaron solo dos personas en la sesión. Mientras los tres quedaron afuera, oyeron un estruendo proveniente de la casa y al voltear a ver, la casa se había desplomado encima de sus amigos.
El caso de Colin Roberts
Está el caso de Colin Roberts de 15 años, contaba con muchos amigos y tenía afición por jugar a la ouija con ellos, volviéndose frecuente hasta que la práctica se volvió un hábito en solitario, cuando según cuentan los testigos, Roberts empezó a cambiar. Un día dijo: “Hice un pacto con el diablo, ahora tengo que ir a una fiesta”, luego se suicidó en un árbol cerca de una iglesia. Hasta ahora no tiene explicación que un mes después encontraron a dos machos cabrios sacrificados en el mismo sitio donde Colin se suicidó.
El caso de Estefanía Gutiérrez Lázaro en España
El peor caso en España, corresponde al de Estefanía Gutiérrez Lázaro. En 1990 con 18 años llevaba una vida normal, pero su novio se murió en un accidente de motocicleta, por lo que decidió contactar con el muchacho a través de la ouija. Pidió la ayuda de unas amigas dentro de la escuela, donde una maestra las descubrió e inmediatamente obstruyó la sesión sin que terminara adecuadamente. Estefanía inició con problemas de salud, insomnio y convulsiones, viendo sombras extrañas en su cuarto sin poder dormir bien, lo que causó que su salud se degenerara. En 1991 Estefanía colapsó y murió sin que se determinara la causa de su muerte. Días después sus hermanos reportaron haber visto sombras que se miraban con las luces encendidas, hasta que una mañana una de las fotos de Estefanía, encendió sin razón alguna. La familia se retiró de la casa.
El aterrador caso de David McCallum
El caso de David McCallum, un incidente grave con tintes extraños que sucedió en Inglaterra, dos jóvenes que jugaban la ouija con mucha frecuencia invocando a un demonio al que llamaban “El amo”. David, el líder, se comunicó con aquella entidad, recibiendo una orden del espíritu perverso, quien le ordenó llevar a dos vecinos de 15 años a su casa. Todo huele mal en la casa y sus vecinos se asustaron al ver símbolos satánicos en su hogar. David empieza a jugar con la ouija recibiendo la orden de asesinar a sus invitados. Cuando interrogaron a David McCallum en la policía, alegó que en su cabeza oyó una voz que le ordenó asesinar a sus víctimas. Fue encerrado de por vida.
La calle Cañitas en México: el caso de la tabla de ouija de Carlos Trejo
Por último, el caso de la calle Cañitas en México. Una noche 1982 en la mencionada calle, Carlos Trejo, llamó a una iglesia, pidiendo el auxilio del párroco, mencionando que con amigos habían decidido jugar ouija. Lo que sucedía era muy raro, el sacerdote no le dio importancia y les dijo que dejaran una Biblia en la puerta de la casa, siendo un consejo inútil. Al día siguiente, el sacerdote tropezó, se rompió el cuello y murió al instante. En la calle Cañitas la casa fue objeto de todo tipo de sucesos, objetos colocados en posiciones distintas, camas movidas por metros y otro sinfín de actividades extrañas. Norma, la hermana de Carlos Trejo, dijo que la peor noche fue cuando despertó para ir al baño, la puerta del sanitario estaba abierta, adentro había oscuridad, un espectro de rasgos poco visibles salió corriendo de la penumbra con la intención de atraparla, todos se despertaron y no pudieron dormir más. Los hermanos pequeños despertaban aruñados todos los días. Ahora quedan pocos testigos de los hechos, el novio de Norma, quien participó esa noche en el juego de ouija, murió. Jorge, invitado de esa noche, murió, su garganta fue perforada por un parabrisas en un extraño accidente; Fernando, otro amigo de los hermanos, murió por una bala perdida en un bar; Sofía, la novia de Carlos, murió por un tumor cerebral. Al final fueron 14 muertes relacionadas por este caso.