Probablemente lo habrán visto en el programa “Cazadores de mitos”, sino, como una leyenda urbana de la web, ya que este fenómeno está familiarizado con las miles de listas de “datos curiosos” que aparecen en el Internet.
El eco es un fenómeno producido por la reflexión del sonido, es decir, cuando el sonido rebota en una pared reflectante haciendo que el sonido regrese a nuestros oídos. La distancia mínima para que se produzca un eco es de 17 metros.
La Universidad de Salford en Manchester, hicieron el experimento, por lo tanto tenemos una versión académica y no la de un programa de televisión.
El experimento consistió en grabar el “cuac-cuac” del pato de tres formas:
1- En una cámara anecoica: La cámara anecoica es una sala casi al 100% aislada del ruido, no lograron percibir el eco. (AUDIO)
2- En una cámara de reverberación: Era obvio que la obtención produciría una reverberación no un eco. (AUDIO)
3- Cerca de una pared: Un sonido muy homogéneo sin percibirse el eco. (AUDIO)
Para distinguir un eco el oído humano necesita una diferencia de 50 milisegundos entre un sonido y otro. Aunque en las tres pruebas no se logra distinguir bien el eco, este sí existe.
El sonido del graznido de los patos no es lo suficientemente fuerte para regresar al oído, por lo que es más notoria la reverberación de este sonido, el eco se vuelve imperceptible para la escucha humana porque va decayendo su fuerza, dándonos la ilusión auditiva de que el ruido de estos animales no produce eco.