Estos músicos se han clavado en la piel sus monumentos musicales que han forjado con muchas cuerdas y Rock and Roll, como cualquier digno fan de sus propias creaciones, han pintado sus cuerpos con el recuerdo de su legado musical.
BUNBURY
Diseñado por el estudio madrileño de Pedro Delgado en los tiempos de El Mar No Cesa, a finales de los ochenta, el ‘escudo’ de Héroes del Silencio fue evolucionando a lo largo de los años hasta una sencilla combinación de las letras H y S. Enrique luce muchos tatuajes, aunque sin duda el más llamativo (y el más imitado por sus fans) es el logo de la banda zaragozana que luce en su hombro izquierdo desde hace décadas. Ahí sigue y ahí seguirá, pues aunque su éxito como solista esté más que consolidado a ambos lados del Atlántico, ser el vocalista de Héroes del Silencio es algo que marca, deja huella y estigmatiza, para bien y para mal.AXL ROSE
El líder de Guns n’ Roses comenzó a ilustrar su cuerpo a mediados de los ochenta, antes de que la banda se conviritiera en la última gran esperanza blanca del rock. La cruz que luce en su antebrazo derecho la diseño Bill White Jr y se la dibujó en un estudio del Sunset Strip de West Hollywood después de firmar el contrato discográfico con Geffen Records. Esta imagen terminó convirtiéndose en legendaria al ser usada como alternativa de urgencia para la portada censurada del Appetite for Destruction.
OZZY
Original como no podría ser de otra manera, el jovenzuelo John Michael Osbourne se tatuó él mismo con una aguja de coser y un trozo de grafito su primer tatuaje, mientras estuvo en la cárcel por robar un televisor en su Birmingham natal. Tampoco es que el futuro líder de Black Sabbath se complicara mucho la vida en este caso, pues se limitó a imprimirse las letras con su ahora legendario apodo rockero en sus nudillos. Nunca nadie hubiera imaginado lo que le deparaba el futuro.
EDDIE VAN HALEN
Van Halen tienen uno de los logotipos más reconocibles de la historia del rock. Por eso no es de extrañar en absoluto que su carismático y virtuoso guitarrista haya plasmado su amor por la banda tatuándose dicho logo en uno de sus brazos. Para hacerlo algo más personal, lo acompaña del nombre Wolfgang, que es como se llama su hijo y actual bajista del grupo californiano.
LEMMY KILMISTER
El pétreo líder de Motörhead no tiene demasiados tatuajes, pero desde luego el que lleva en su antebrazo derecho es toda una declaración vital de intenciones. “Born to lose, live to win” es la inapelable leyenda que exhibe orgulloso Lemmy, y que además aparece en una cantidad importante de artículos de merchandising relacionados con la banda. Asimismo, Iron Horse/Born to lose es el título de una de sus canciones.
STEVE HARRIS
El antebrazo derecho es la parte de su cuerpo donde el bajista de Iron Maiden decidió prestar un hueco a Eddie, famosa mascota de la banda, tal y como aparece en la portada de The Trooper. Harris argumenta que decidió hacerse este tatuaje en particular porque Eddie representa a la perfección lo que es Iron Maiden y, además, sale con la Union Jack británica. Patriotismo y toda una vida dedicada el rock aglutinadas en el mismo dibujo.
BRET MICHAELS
El vocalista de Poison sabe que le debe tanto a su banda que lleva un pedazo de tatuaje bien visible y a todo color en su brazo derecho. Del botox posterior a esta imagen mejor no hablar.
HENRY ROLLINS
El músico estadounidense es de esos que no tienen miedo de convertir su cuerpo en todo un lienzo. De entre todos sus tatuajes, llama especialmente la atención el sol que lleva en su enorme espalda, pues corresponde a la portada de su disco con la Rollins Band de 1992 The End of Silence. Sobre su piel, el astro rey va acompañado de leyenda “search and destroy”.
SEBASTIAN BACH
Entre la multitud de diferentes tatuajes que recorren su cuerpo, el que fuera vocalista de Skid Row lleva siempre bien visible en su antebrazo izquierdo el título de uno de los mayores éxitos de su antigua banda, Youth gone wild. La canción, publicada originalmente en 1989, se convirtió instantáneamente en un himno de rebeldía para los jóvenes rockeros de finales de los ochenta.
SLASH
No, no va a suceder. O seguramente sí, porque lo lleva por ahí. Pero el tatuaje del por siempre guitarrista de Guns n’ Roses no tiene nada que ver con pistolas y rosas, sino con terciopelos y tal. A ver, sí, tiene otros que significan otras cosas y recuerdan a otras bandas, pero ahora nos fijamos en este, con la silueta de la mujer que aparece en la portada del primer disco de otro de sus grupos, Velvet Revolver.
Fuente | Rolling Stone