No sabemos quiénes llevarían a sus mascotas a una peluquería para perros nivel extremo. Lo que no vamos a negar, es que aunque el arte es algo confuso, ver a los perros así causa gracia y simpatía, ni siquiera saben que les pasó en su pelaje y posan para las fotos con cara de incrédulos.
Tal vez este fue el regalo de cumpleaños de algún niño que quería compartir con su mejor amigo el buen gusto por la película Madagascar.
El dueño de este perrito tenía un sueño frustrado: tener un panda de mascota…
Un león ¿perseguido por una cebra? resulta un poco confuso este diseño…
Pobre French Poodle, si supiera lo que su dueño ha hecho no le perdonaría la vida…
Ahora ¿qué tal este Yoda Canino? para morirse de la risa…
En cínicos queremos saber ¿quiénes de ustedes llevaría a su mascota a una peluquería de estas? Si ya lo hicieron o piensan hacerlo, los animamos a compartir con nosotros sus adorables fotografías…