¿Alergia a los gatos? algo muy común. Ahora científicos británicos descubrieron cómo se desencadena esta reacción alérgica, lo que podría conducir al desarrollo de una medicina preventiva.
Muchas personas alrededor del mundo sufren de alergia a sus mascotas. La caspa (partículas desprendidas del cuero cabelludo) de perros y gatos es un foco importante de alérgenos que provoca una respuesta inflamatoria hasta ahora enigmática. Un estudio realizado por la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, revela que una toxina ambiental exacerba la respuesta inmune a la proteína presente en el pelo de gato, y esclarece cuál es la parte del sistema encargada de detectarla.
Una reacción alérgica se da cuando la respuesta del sistema inmunológico ante una partícula “extraña” es exagerada. En lugar de identificar y responder a la partícula dañina específica, el sistema considera a todo tipo de alérgeno por peligroso y desencadena una respuesta inmune generalizada. Los síntomas pueden ir desde comezón y leve inflamación hasta un cambio de coloración de la piel o sarpullidos extensos, así como inflamación de la laringe y asfixia. Para estudiar esta reacción, los científicos expusieron células humanas al pelo de perros y gatos en presencia de altos y bajos niveles de lipopolisacáridos (una toxina bacteriana del ambiente).
Concluyeron que cuando la proteína Fel-d1, presente en la caspa de gato, se presenta en presencia de muy bajas dosis de lipopolisacáridos ambientales, activa un tipo de proteína del sistema inmunológico llamada TLR4 (Toll-like receptor tipo 4) que a su vez estimula la respuesta inflamatoria. Teniendo en cuenta este mecanismo los investigadores comprobaron que, al inhibir la respuesta de este receptor, bloqueaban los efectos de la proteína del pelo del gato y la alergia no ocurría.
En otras palabras, este es otro ejemplo de cómo dos tipos diferentes de alérgenos actúan de forma sinérgica para agudizar y empeorar una reacción alérgica. Los resultados concluyen que cuando la toxina bacteriana está presente incrementa se incrementa dicha reacción del sistema inmunológico e intensifica la respuesta inflamatoria. Ahora que ya se comprende el mecanismo de esta alergia específica se podrán realizar avances en la creación de medicamentos que la controlen, o incluso la curen. Sí que son buenas noticias para todos los gatos del mundo!