Accidentes o casualidad, hay grandes libros que son fruto del puro azar, de una selección que nadie puede explicar, de sucesos que se dieron porque los elementos fueron puestos en el lugar y tiempo correcto. Estos libros representan cómo a veces la casualidad puede producir fenómenos interesantes en el mundo literario y artístico.
Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll
Charles Dodgson, conocido como Lewis Carroll, en julio de 1862 viajaba con un amigo de Oxford hacia Godstow. Su acompañante iba con su tres hijas pequeñas, entre las que se encontraba Alice Liddell, ella y sus hermanas iban aburridas en el viaje y Carroll decidió inventar una historia de una niña llamada “Alice”, igual que la hija de su acompañante; la niña tenía aventuras fantásticas en un mundo abstracto, lo que encantó a las pequeñas, tanto que Alice le pidió a Lewis que le enviara por escrito la historia que le había contado.
A este texto le nombró: “Las aventuras subterráneas de Alicia” y el manuscrito llegó a la niña muy emocionada. Al poco tiempo cayó en manos de un editor que descubrió que era un buen libro, entonces le pidió al escritor que agregara más cosas y entonces así nació “Alicia en el país de las maravillas“.
El principito de Antoine de Saint-Euxpéry
Una de las obras más importantes de la sociedad moderna, surgió de la tragedia de un hombre alejado de su país.
Un aviador escritor en los años 40 estaba en Nueva York y temía por la vida de sus familiares y amigos que se quedaron en París durante la ocupación nazi. Solo y deprimido empezó a crear historias y bocetos en los que se comunicaba con su niño interior, así fue moldeando “El principito“.
Los amigos del escritor veían que “El principito” lo ayudaba más que ninguna persona a sentirse mejor, así que lo apoyaron a que siguiera escribiendo. Así la terminó, repleta de experiencias personales como el accidente aéreo que casi le cuesta la vida o la rosa que simboliza el amor que le tuvo a su esposa.
Terminó la novela y se incluyeron las acuarelas que el escritor hizo para ilustrar la obra, hasta publicarse en 1943 en Estados Unidos y en 1946 en Francia, luego de la ocupación alemana.
No pudo ver publicada su obra en París, murió en 1944 cuando el avión en el que viajaba fue derribado.
In cold blood de Truman Capote
Convencido de escribir la historia de los asesinos de una familia en Kansas, luego de leer una pequeña nota de no más de 300 palabras en el New York Times, tomó cartas en el asunto e inició a idear una historia basada en hechos reales pero que pareciera una novela de ficción de los últimos 16 años.
Esos misteriosos asesinatos fueron los que le convencieron de que era el momento para realizar su experimento literario.
Entonces viajó a Kansas, con una amiga de la infancia, Harper lee, quien estaba terminando de escribir un libro con el que ganaría el premio Pullitzer, “To kill a Mockingbird”. Ella lo ayudó a hacerse amigo de las personas del pueblo, que luego de enterarse de la muerte de la familia más querida de la comunidad, estaban más cerrados que nunca.
Entonces Capote se hizo amigo de los asesinos, al punto de asociarlo sentimentalmente con uno de llos.
Los entrevistó y luego de 8 mil páginas de investigación, la novela se redujo a 343, naciendo así un nuevo género literario.
Cien años de soledad de Gabriel García Márquez
Cuatro obras en siete años, Gabriel García Márquez no conseguía ganar mucho dinero, solo “La mala hora” le había dado algunos ingresos considerables para vivir de la escritura; pero a finales de los años sesenta, con sus dos hijos y esposa a cargo, no tenía dinero para salir adelante.
Eso no fue motivo para no organizar un viaje a Acapulco con su familia, aunque pasar el fin de semana en la playa era un lujo que no podía costear, sin embargo, darle felicidad a su familia, era una necesidad y prioridad, sin saber que ese viaje le cambiaría la vida para siempre.
En la Autopista del Sol, el escritor tuvo una gran revelación, que hasta tuvo que dar un giro brusco para no chocar con una vaca. En la playa pudo estar en paz y cuando regresó a la Ciudad de México, tecleó las palabras: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo”.
18 meses de escritura creativa, seis horas diarias enfrente de la máquina de escribir, hasta que “Cien años de soledad” terminó de escribirse.
La mandó a Argentina, pero no le alcanzaba para mandar el texto completo, entonces enviaron junto a su esposa la mitad. Sin embargo, se equivocaron y mandaron la mitad que contenía el final, aún así la novela se publicó y se convirtió en una de las obras más importantes del siglo XX y de la literatura universal.
Strange Case of Dr. Jekyll and Mr. Hyde de Robert Louis Stevenson
De esas historias en las que el escritor está poseído y nos referimos a esa anécdota bien conocida en la literatura de Jack Kerouac, que narra cómo el escritor plasmaba las letras en una máquina de escribir con un rollo de papel gigante que le ahorraba mucho tiempo mientras estaba en un éxtasis causado por la bencedrina.
Pues el caso de Louis Stevenson va más allá de esa narración.
El escritor tuvo la idea de múltiples personalidades después de años de estudio, pero la historia del hombre que se transforma en un alter ego asesino, vino luego de pesadillas que consideraba sueño tranquilo.
Lo impresionante es que para escribir la historia tenía bocetos y notas, se sometió a una dieta de cocaína, ya que en ese tiempo no era ilegal y gracias a la euforia, frenesí y roce con la locura, entregó una de las más brillantes obras de la literatura inglesa en solo seis días.
Frankenstein: or, the modern Prometheus de Mary Shelley
Con 18 años, Shelley se encontró con Percy Shelley (su futuro esposo), John Polodori y Lord Byron, un grupo de intelectuales que se retó a escribir la mejor historia de terror en tiempo récord.
Se cuenta que la escritora ideó la historia de Victor Frankenstein y su monstruo, pero luego de unos días en un sueño encontró una idea más fascinante: un científico que creaba algo vivo a partir de sus experimentos, naciendo así uno de los monstruos más famosos de los últimos siglos.