La mujer más inteligente del mundo, Marilyn vos Savant, tiene un libro que puede ser buscado en PDF, se llama “Gimnasia Cerebral“, el cual hizo conjuntamente con Leonore Fleischer. El texto ayuda a que mejores tu pensamiento y el cerebro en 12 semanas, guiado de la mano de esta gran mujer pensante.
Pero no se trata del libro este post. Hoy le rendimos tributo a la mujer más inteligente del mundo y que lo diga su cociente intelectual de 228, catalogado en el Libro de los records Guinness, como el más alto del planeta.
Desde pequeña Marilyn optó por renunciar a la adopción de una sociedad paternalista, no optó por el apellido de su padre, sino que, se quedó con el de su madre Mary vos Savant.
Desde 1986 escribe una columna llamada “Ask Marilyn” o “Pregunta a Marilyn“. La escritura de esta sección nació cuando fue incluida en el Libro de records Guinness como la mujer más inteligente del mundo, llamando la atención de los medios de comunicación, principalmente de la revista Parade, quienes sacaron un artículo en el que incluían una sección de preguntas y respuestas de vos Savant.
Savant responde cualquier tipo de preguntas: física, política, filosofía, economía, educación, naturaleza del hombre, incluso como si se tratara de una “Laura en América” con un más 228 de cociente intelectual, responde preguntas personales del público.
Su esposo es el creador del corazón artificial, Robert Jarvik, a quien ayuda en proyectos de desarrollo e investigación en Jarvik Heart.
¿Se hace o se nace inteligente?
En una oportunidad, Savant estaba en un programa en vivo, cuando un espectador le preguntó: “Hey, ¿cuándo se va a acabar el mundo?”. Savant quedó callada ante la pregunta y admitió que no tenía la menor idea, entonces aquel espectador indignado y aún con el micrófono en la mano, dudó de la inteligencia de Savant concluyendo él mismo: “Cualquiera que haya ido a la escuela sabe que el mundo acabará cuando regrese Jesucristo”.
La moraleja de la anterior experiencia de Savant es que ser inteligente y adivinar el futuro no tienen en nada relación, incluso hay momentos en los que Savant no sabe ni qué día es. Vive aislada y lo único que lee es la revista científica “Scientific American”, apenas mira televisión y a veces escucha la radio, cuando lee el New York Times le aburre y su último objetivo del día es querer descubrir cuándo el mundo acabará.
A los siete años se le hizo un test de inteligencia en el que sacó 127, nada especial, todos sus compañeros tenían el mismo cociente. Luego se lo volvió a hacer tres años más tarde y sacó 167.
No la tuvo fácil desde pequeña, ya que debió aprender por sí misma, autodidacta. Sus padres tenían un comercio en la planta baja y ellos vivían arriba, sin libros ni revistas. “Mi padre se avergonzaba de sus lagunas intelectuales y dejó que yo aprendiera por mi cuenta”, dice Savant, quien advierte que aprendió más de la vida que de los libros.
A los 16 se casó con un universitario, a los 19 tenía dos hijos y un par de exesposos. Trabajó duro para mantener a sus niños hasta que logró meterlos en la universidad. En sus tiempos libres se inscribió a cursos de filosofía, mientras sus padres querían que aprendiera algo más útil.
Más tarde fue anunciado públicamente su cociente intelectual: 228, osea 88 puntos más arriba del estimado para los genios. “A partir de entonces empecé a ser la mujer más inteligente del mundo“.
Así empezó a dar conferencias, escribir artículos y más importante su columna que aún conserva. La gente inició a interesarse por su vida y curiosear su pasado o técnicas para haberse convertido en la mujer más inteligente del mundo.
“Mis mejores armas son el análisis objetivo, la toma de decisiones y la solución de problemas”, advierte Marilyn mientras admite que es mala para las estadísticas y no sabe hacer grandes operaciones matemáticas. “Para tener éxito es más importante saber relacionarse que ser inteligente”, resume.
Algunas de las respuestas y frases de la columna de Savant
- Un acto de justicia permite cerrar un capítulo; uno de venganza escribe uno nuevo.
- Ser derrotado es a menudo una condición temporal, abandonarse es lo que hace que sea permanente.
- Una buena idea te mantendrá despierto en la mañana, pero una gran idea toda la noche.
- El éxito se logra en el desarrollo de nuestros puntos fuertes, no mediante la eliminación de nuestras debilidades.
- Un necio es alguien cuyo lápiz escribe antes de que su goma de borrar pase.
- Para adquirir conocimientos, uno debe estudiar, pero para adquirir sabiduría, uno debe observar.
- La duración de su educación es menos importante que su amplitud y la duración de su vida es menos importante que su profundidad.
- Una persona que aprende a hacer malabares con seis bolas está mejor preparada que otra que sólo hace malabares con tres.