Porque ser policía no es estar corriendo ladrones todos los días, también tienen que aprender a dialogar con víctimas, testigos y sospechosos, desde un accidente de tránsito hasta un asesinato, son adiestrados para que posean técnicas de interrogación que los harán más sensatos para tratar con los sujetos.
Y son dos técnicas las más usadas por los policías, aunque se suman otras que también ayudan a ciertos tipos de casos concretos. Todo dependerá de la situación y los elementos involucrados, ya que no es lo mismo entrevistar a un presunto violador que a una mujer o un niño.
La técnica kinésica
Esta técnica sirve para reconocer el comportamiento del sujeto a través de las conductas físicas y verbales, conscientes e inconscientes, de esta manera se logrará determinar si alguien dice la verdad o está mintiendo. Se debe examinar todo el conjunto de los síntomas detectados y los elementos a los que se debe prestar atención son:
1. La conducta verbal
La forma de hablar. Vacilación en el discurso, silencio repentino o exceso de camaradería. Si responde a una pregunta con otra o repitiendo la pregunta al comenzar la oración. En ocasiones invocan el nombre de Dios.
2. Divergencia en las respuestas
Hay dos caminos de patrones conductuales. Si se consulta por qué las huellas de alguien estaban en la chapa de una puerta que se violó, alguien que no tuvo nada que ver con el hecho dirá que eso no es posible; quien esté involucrado ofrecerá alguna excusa. El investigador puede hacer preguntas falsas para tender estas trampas, algo que no es ilegal.
3. Conductas no verbales
Hay que poner mucha atención ante las preguntas difíciles para ir comparando las reacciones al respecto de cómo responde a preguntas normales y amenazantes para ir dibujando patrones. Si una persona que tiene una posición relajada pero ante una pregunta difícil cruza los brazos, se puede esperar un engaño. Si se frota la nariz cada vez que niega su participación en el hecho y dicho gesto ocurre únicamente en la entrevista o en preguntas claves, probablemente también esté mintiendo.
La técnica Reid
Se debe iniciar con una entrevista donde no se acuse y luego en el momento apropiado se interroga al sujeto basándose en nueve elementos.
1. Confrontación positiva
El investigador acusa al culpable al interrogarlo y espera la respuesta del sujeto para evaluarla, luego continúa con otras inferencias donde se explica y prueba por qué y cómo cometió el delito. Esta es una declaración de transición para conseguir que el acusado admita la culpa.
2. Desarrollar el tema
Se debe interpretar el tipo de personalidad del interrogado, lo que lleva a que se explaye sobre aspectos temáticos que minimizan o justifican ese tipo de delito. Cuando la persona racionalice lo que sucedió y vea posibilidades de admitir su responsabilidad, es más probable que confiese. Un ejemplo es decirle al sospechoso que cualquiera en su lugar hubiera hecho lo mismo.
3. Negociaciones
Se intenta persuadir al interrogado que no es conveniente para él negar su implicación en los hechos. Cuando el interrogado quiera hablar, se debe interrumpir sin dejarlo hablar. Funciona mejor cuando el interrogado muestre iniciativa en hablar, en ese momento hay que interrumpirlo y agregar una expresión que lo sentencie a aceptar los hechos, por ejemplo: “Antes de que digas algo más, déjame explicarte lo delicado que es este asunto”. Debe evitarse el contacto visual.
4. Objetar
Se debe racionalizar los argumentos del acusado para deshacerse de las excusas y razones del sujeto para negar su acusación.
5. Atención
Mantener la atención completa al interrogado. Si se mantiene quieto, evita contacto visual o cruza las piernas, son señales de que el sujeto no está en el asunto. Para captar la atención debe haber acercamiento físico, poner la mano en el hombro, mover la silla más cerca de la persona o moverse dentro de la línea de visión de la persona.
6. Pasividad del interrogado
La conducta pasiva del interrogado puede ser símbolo de que está listo para admitir la culpabilidad. En ese momento el interrogador debe hacer un resumen de las razones que tuvo la persona para delinquir, entonces observar las reacciones de aprobación o negación del sujeto.
7. Alternar preguntas
Debe hacerse una pregunta con dos respuestas posibles, las dos incriminatorias. Por ejemplo: ¿Con el dinero pagaste lo que debías o te lo gastaste en diversión? Así de un modo u otro podría admitir la culpa.
8. Detallar los eventos
Hay que identificar las discrepancias y la falta de concordancia en la historia que el interrogado está expresando para aclarar los detalles incriminatorios. Se deben usar palabras que bajen la carga emocional de los hechos. Puede preguntarse por ejemplo: ¿cuántas veces jalaste el gatillo?, en lugar de ¿cuántas veces le disparaste a mansalva?
9. Escribir la declaración
El sospechoso deberá hacer una declaración escrita con los detalles del delito que solo el pueda conocer, de esta manera se evita un posterior rechazo judicial.
Otras técnicas de interrogación
Silencio
El silencio incomoda, si existe la persona comenzará a hablar por si sola para romper la tensión.
Empatía
Se debe minimizar el sentimiento de culpa o la pena por una conducta ilícita cometida, para que así, resulte menos difícil la confesión.
Emociones y espiritualidad
“Yo sé que eres una buena persona y esto te está afectando, si te liberas de esa carga te sentirás mejor”.
Signos de culpabilidad
Para presionar a que confiese, se debe demostrar abiertamente que está manifestando síntomas de culpa.
Conocimiento
Luego de hacer una pregunta, señalar que se sabe la respuesta, por ejemplo, diciendo que se le preguntó a otras personas lo mismo.
Ofrecer la oportunidad de mentir
Planeando un escenario y situación que se sabe como incierta de antemano para ver si el sospechoso concuerda.
*El investigador debe conocer, aprender y aplicar estos elementos según la situación, el uso de estas técnicas se perfecciona con la práctica.