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Jesús no fue una persona real, es fruto de formas literarias

Topé con un texto del escritor ateo David Fitzgerald, donde expone que Jesús no fue una persona real, fue más una forma literaria fruto de la combinación de varios textos que definieron al personaje bíblico.

Osario de Santiago

Osario de Santiago, la tumba de Jesucristo que dice: “Jesús, hijo de José”. Foto: Wikipedia.

Ningún registro histórico

Jesús no tiene registro histórico a diferencia de otros líderes judíos. No aparece registrado en algún material de los tiempos en el que supuestamente vivió. Existen discrepancias en los evangelios tempranos de Marcos, Mateo y Lucas, y dice que estos fueron escritos décadas después de la era de Jesucristo.

Los discípulos entonces, tampoco fueron reales y los nombres fueron agregados para dotarle credibilidad al asunto

“Creo que el Cristianismo comenzó como una de las muchas misteriosas religiones que surgieron como resultado de la renovación de dioses y tradiciones antiguas”, dice Fitzgerald.

En Pablo, aparecen diferentes Mesías Últimas Cenas, el escritor explica que el Cristianismo tomó las historias y las incorporó a las de Jesucristo, destacando también el culto a Juan el Bautista como ejemplo de competencia.

“No es inverosímil pensar que Jesús fue un personaje inventado, y pienso que, de haber existido realmente, fue la representación de varias personas y no una sola. Asimismo, filósofos renombrados del primer siglo como Filón de Alejandría —también llamado Filón el Judío— ni siquiera lo menciona. En ese mismo período más de un mesías fue proclamado por “milagros” inferiores a los que supuestamente obró Jesús, y, a pesar del poco fuste, sí lograron hacer algo que este último no pudo: dejar su huella en los registros históricos”.

La mención a Jesús más temprana

Un osario de caliza grabado con las palabras “Santiago, hijo de José, hermano de Jesús”, es la mención más temprana del Nazareno. El Osario de Santiago es auténtico y se descubrió que es el que falta de la tumba de los diez Osarios de Talpiot, aunque ha sido puesta en duda su legitimidad.

Se han practicado análisis científicos que ubican estos materiales a mediados del siglo I, pero la segunda mitad de la inscripción da como resultado un tiempo moderno. Se cree que la reliquia fue saqueada de la tumba original, vendida de forma ilegal y fue hecha la inscripción a Jesús de forma voluntaria para incrementar su incalculable valor en el mercado.

La mención más temprana de Jesús fue descubierta en un osario de caliza grabado con las palabras «Santiago, hijo de José, hermano de Jesús». Aunque el osario es auténtico, y se sabe que es el que falta de la tumba de los diez Osarios en Talpiot, la autenticidad de la última parte de la inscripción ha sido puesta en duda. Los análisis científicos sitúan la primera mitad de la inscripción a mediados del siglo I, pero la segunda mitad de la inscripción fue realizada en tiempos modernos. Se especula que esta reliquia fue saqueada de la tumba original y vendida de forma ilegal en el mercado negro de antigüedades, cuando se le añadió la segunda mitad de la inscripción referente a Jesús para, probablemente, aumentar el precio (ya de por sí, incalculable) de semejante reliquia arqueológica.